El Carnero o Cabra:
Este animal habita en lugares distantes, remotos. Los chinos lo relacionan con los monjes, con los hombres que se retiran como ermitaños. Es un animal que se esconde en el monte. Los cabritos cuando son amamantados por su madre se arrodillan para agradecer su respeto. Es símbolo de obediencia y respeto. Son proveedores para los otros animales. Los individuos que se encuentran favorecidos bajo el signo de la cabra son amables e inteligentes.
Poseen un sentido artístico que les es innato, por lo que podrían vivir fácilmente por medio de cualquiera de las bellas artes. Pero son inconstantes, y
no se centralizan un solo objetivo. Al mismo tiempo anhelan vivir plácidamente y rodeados de belleza. Son elegantes, generosos y conocen los medios para ganarse excelentes amistades.
La falta de confianza en sí mismos les lleva al pensamiento, y a veces se dejan arrastrar por los hechos y llegan a vivir de los demás. Lo cierto es que desconfían de su suerte, y sus familiares y compañeros terminan desesperados ante los caprichos de las personas cabras.
Desean ser llevados de la mano, acaso para convertirse en el centro de atención de todos aquellos que los conocen. Con frecuencia se hacen religiosos, brujos y hasta componentes de las sectas imposibles. Carecen de sentido de la responsabilidad y de iniciativas.
Lo suyo es obedecer, seguir el camino que marcan los otros. Podrían triunfar como artesanos, ya que disponen de unas manos hábiles y de un sentido de la belleza material. La cabra lo tiene muy difícil para congeniar con los otros animales del Horóscopo Chino. Además, en ningún momento debería relacionarse con el búfalo.